Un elemento tan sencillo como las cajas de cartón se acaban convirtiendo en la espina
dorsal de todas las mudanzas. Tras la mudanza, todas las cajas que hemos ido
recolectando y pidiendo a familiares y amigos pueden quedarse sin utilidad. En ese punto,
la opción más sencilla y directa es empaquetar todas las cajas, aplastarlas y llevarlas al
contenedor de reciclaje.
Pero si se le da una pensada, todavía se pueden sacar varios usos a las cajas utilizadas
en una mudanza. Para empezar, pueden ser muy buenas para poner orden en un trastero:
libros, juguetes, utensilios de cocina, ropa… Cualquier cosa que no sea excesivamente
grande y que pueda apilarse estará a buen recaudo dentro de estas cajas.
Si te van las manualidades, puedes hacer un uso decorativo de ellas utilizando la
imaginación. Te sorprenderá lo mucho que gana una caja cualquiera al pintarla, cubrirla
con papel, tela o hacerle algún tipo de estampado. Decoradas así, son un complemento
perfecto para cualquier rincón o estantería de la casa, al mismo tiempo que siguen siendo
prácticas para guardar pequeños objetos como libros, revistas, mandos de televisión, etc.
Si tienes mascotas, no dudes en dejar algunas de ellas para que tus animales jueguen.
Con un trozo de tela en su interior los perros pueden usarlas como cama y los gatos… sólo
déjales unas cuantas cajas abiertas cerca y verás que para ellos son un entretenimiento
mucho más divertido que cualquier juguete caro comprado expresamente para ellos.
Para la mudanza de un negocio es recomendable contar con una empresa dedicada a las mudanzas profesiones de oficinas en Sevilla. Esta empresa podrá manejar y orientarte
en el uso de las cajas y de cualquier otro elemento de almacenamiento.